Restaurados. Renovados. Refrescados. Un retiro matrimonial inolvidable en Colombia.
El fin de semana pasado en Colombia, presenciamos algo verdaderamente extraordinario.
Reunimos a 15 parejas para un retiro matrimonial inspirado en La Cabaña de Oración y El JardínSagrado; no solo para apartarse, sino para encontrarnos con Dios de una manera fresca e intencional. Junto a ellos, 4 parejas anfitrionas ayudaron a guiar el viaje con amor, humildad y gracia. Y desde el momento en que todos llegaron, pudimos sentir que el Señor tenía algo especial reservado.
Cada habitación fue cuidadosamente preparada con detalles personalizados: chocolates, dulces, agua embotellada y una etiqueta personalizada con el nombre en la puerta. No fue solo hospitalidad, fue nuestra forma de decir: "Importas. Eres visto. Eres amado".
Desde la primera sesión, el ambiente se llenó de una alegre expectativa. Comenzamos con juegosdivertidos y alegres, y risas que derribaron barreras. La alegría de simplemente estar juntos creóun espacio para que los corazones comenzaran a ablandarse.
A lo largo de los dos días del evento, escuchamos testimonios conmovedores de nuestras parejas anfitrionas: historias de quebrantamiento, restauración y redención en Cristo. Estos momentosrevelaron cómo la vulnerabilidad puede iniciar la sanidad. Mi esposa y yo también tuvimos la bendición de compartir nuestra historia, y vimos cómo la esperanza y la sanidad comenzaban a surgir y los corazones se abrían cada vez más.
Una parte central del retiro fue ofrecer a las parejas dos sesiones extensas de oración y reflexiónpara profundizar en La Cabaña de Oración y El Jardín Sagrado. Estos momentos de tranquilidady privacidad les permitieron escribir en su diario, meditar en las Escrituras y encontrarse con Dios de una manera profundamente personal. Muchos compartieron posteriormente que estosmomentos fueron cruciales para lo que Dios estaba haciendo en sus corazones.
Uno de los momentos más alegres se produjo durante un taller creativo, donde cada pareja creóuna figura simbólica. No se trató solo de manualidades, sino de un espacio para la reconexión, la risa y el trabajo en equipo. Se podía sentir cómo se reconstruía algo entre los cónyuges, intencional y alegremente.
Al finalizar el retiro, Dios les tenía reservado un momento sagrado más.
Cada pareja había enviado una foto de su familia antes del fin de semana. La imprimimos y la exhibimos en la pared. Luego, durante la última noche, cada pareja, una por una, dio un paso al frente, se tomó una foto y se arrodilló ante una gran cruz de madera, colocando su imagen al pie. Algunos lloraron. Otros se abrazaron en oración silenciosa. Todos entregaron sus matrimonios, familias y futuro a Jesús en un acto de fe profundamente simbólico.
Rodeamos la cruz con faroles y flores, transformándola en lo que realmente parecía tierra santa. Mientras la adoración llenaba la sala, no se necesitaron palabras: solo la innegable presencia de Dios. Fue hermoso. Fue sagrado. Fue inolvidable.
Para finalizar el retiro, les dimos a cada pareja un pequeño obsequio, una simple muestra de nuestro profundo agradecimiento. Y al reunirnos para la última foto grupal, observé los rostrosradiantes. Las parejas que habían llegado cansadas y agobiadas ahora se marchaban refrescadas, restauradas y renovadas.
Esta reunión fue un hermoso reflejo del amor de Dios por el matrimonio. Reunió alegría, sanidad, risas y reverencia en una experiencia inolvidable. Cada pareja se fue recordando que sumatrimonio no es solo una relación, sino un pacto sagrado que vale la pena proteger y entregar a Aquel que lo diseñó.
Con profunda gratitud,
Carlos Alfonzo